Fallo de memoria (Primera parte)
Por la doctora Marcia Castillo, médico neurólogo, con entrenamiento en Parkinson y movimientos anormales.
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(809) 540-2521.
“La memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados”, escribió el humorista Alemán Jean Paul y me encanta la frase, porque viéndola así a quemarropa parece algo tan definitivo e irreversible que uno quisiera que esto fuera una verdad absoluta, sin embargo, para algunos NO lo es.
Lo cierto es que les ha sido tomada esa capacidad de recordar y recordarse ¿Quiénes son? ¿Cuál ha sido su historia? ¿A dónde pertenecen? Sus recuerdos son la copia de una copia que se desdibuja con el tiempo y sus seres amados terminan convirtiéndose en perfectos extraños. Estos ya fueron expulsados de ese paraíso personal al que el bretón hace referencia, sin buscarlo o tal vez sin merecerlo… pero eso quién podría saberlo.
Lo inquietante es que cada día aumenta el número de personas jóvenes que acuden al consultorio con quejas cognitivas, preocupados y angustiados porque su rendimiento no es el mismo o simplemente no funciona igual. Este incremento en la aparición del deterioro cognitivo nos invita a reflexionar sobre algunos aspectos de la memoria ¿qué hacer si esta falla? Y ¿cuándo tomar medidas pertinaces para evitar la progresión de la misma?
Dicho esto y para adentrarnos en los que hoy nos ocupa comencemos por definir ¿Qué es la memoria?
En términos netos la memoria es la capacidad de recordar, pero es más bien un proceso que incluye a grandes rasgos tres etapas: la Codificación, donde se prepara la información antes de ser almacenada , el almacenamiento que se produce ya codificada la información que pasa a ser guardada en la memoria a corto plazo o a largo plazo y finalmente la recuperación que permite encontrar la información deseada en el momento que la necesitamos.
Al igual que otras funciones biológica involucionar es algo inherente al hombre y aunque no existe un límite cronológico que demarque el inicio de este declive amnésico debido a que está impregnado por una pluralidad de factores como: la genética, la alimentación, el estilo de vida y la presencia de otras comorbilidades, existe una máxima médica que reza que” uno vive después de los 40 como vivió antes de los 40” , esto ofrece una somera idea de la crono evolución del cerebro humano. Y es que como otras tantas cosas en las neurociencias no sabemos a qué edad puntualmente inicia este envejecimiento cerebral o apoptosis (muerte celular programada).
Pero nos sobrepasa este mundo postmoderno de la multitarea y la sobreexposición de información y aquí encontramos un sólido vínculo con un bajo nivel atencional a los asuntos que nos competen . Estamos enfrascados en la instantaneidad, queremos todo y ya. No es posible consolidar ningún tipo de información porque estamos mientras hacemos una cosa pensamos diez simultáneamente, no nos enfocamos en una sola tarea , robotizados por cumplir metas , horarios y proyectos, no adquirimos conciencia plena de lo que estamos ejecutando en el momento y recordemos que para almacenar informaciones el flujo debe pasar por los tres procesos descritos con antelación.
Las causas de deterioro cognitivo están bien documentadas desde las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, afecciones vasculares, deficiencias nutricionales como avitaminosis, neuroinfecciones, problemas metabólicos y hormonales, traumas craneales ,insomnio crónico y alteraciones de la esfera anímica, estrés, entre otras.
El mismo Napoleón externaría una vez que “una cabeza sin memoria es como una fortaleza sin guarnición “ nos corresponde jugar a ser centinelas , observar con agudeza en nosotros mismos y en los demás cualquier signo que de manera precoz alerte sobre fallo de esta índole, como:
a-Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana.
b- Explosiones bruscas de humor y cambios de conducta.
c- Dificultad en la planeación y ejecución de tareas, Desorientación temporo-espacial.
e-Limitaciones para comprender imágenes visuales y cómo los objetos se relacionan uno con el otro o con en el ambiente.
f- Problemas en el uso de de la palabras hablada o escrita (disnomia o disgrafía).
g- Falla del rendimiento laboral e incapacidad para el buen desempeño laboral.
h- Repetir de manera constante lo mismo y hacer las mismas preguntas.
g - Síndrome del Estado Crepuscular, que consiste en cambios conductuales, ideaciones patológicas y desorientación visuoespacial luego de la puesta del sol.
Si se experimentan de manera recurrente y sostenida algunos de los arriba citados es el momento oportuno para buscar asistencia médica. En primera instancia acudir a un neurólogo y dependiendo de la situación subyacente el faculto podría derivarlo a otro médico.
¿Pero acaso está todo perdido cuando esta pérdida la memoria? o ¿existen algunas herramientas para fortalecerla u optimizarla?
Le conminamos a revisar con nosotros en nuestra próxima entrega las respuestas a todas y cada una de estas preguntas y a seguir entendiendo por qué puede fallar este don tan preciado que es la memoria.