SANTO DOMINGO.- La obesidad en los niños es algo que está aumentando progresivamente y puede que llegue un momento en que sea uno de los problemas de salud más grave Siglo XXI, expresó la doctora Patricia Mejía, Médico-Nutrióloga durante un desayuno conferencia realizado por la Sociedad de Pediatría sobre “La importancia de las meriendas saludables en los niños”.

“Existen 242 millones de niños con sobrepeso de los que 35 millones viven en países desarrollados, lo que es preocupante, ya que la mayoría de los niños que desarrollan obesidad no rebajan en la adolescencia, lo que en su adultez le produce problemas de diabetes y otras enfermedades”, explicó la doctora Mejía.

La especialista indicó que se debe suministrar a la merienda 150 calorías en preescolares, 200 calorías a los de enseñanza básica y 250 calorías a los enseñanza media tomando en cuenta el estilo de vida que el niño tenga, “según la actividad física que realice el niño va a necesitar la comida, si el niño practica fútbol 2 horas por la tarde entonces probablemente con una manzana de merienda no se sienta con la capacidad de seguir haciendo actividad física de forma óptima”, dijo.

Señaló que el desayuno debe contener aproximadamente el 25% del aporte energético diario para el niño y la merienda alrededor del 15%. “Calculamos que en el 75% de los niños especialmente los más pequeños el número de consumo de frutas va disminuyendo según va aumentando la edad, mientras el niño va creciendo menos frutas consume, solo un 2% de 1600 familias elige frutas”, apuntó.

Manifestó además que es alarmante la falta de consumo de frutas y agua en la dieta de los niños, “en las escuelas a veces se le da dinero al niño para que compre la merienda, si el niño está acostumbrado a no comer cosas saludables, lo que es habitual para él, no va a comprar cosas saludables, es importante que se le enseña al niño el consumo de frutas que debe ser de 2 a 4 porciones al día y de agua que en niños de 2 a 4 años se debe tomar 4 tazas de agua y a partir de los 4 años 5 tazas de agua sin incluir los líquidos carbonatados”, señaló.Finalmente recomendó que las madres sean más creativas y se eduquen en cuanto a cómo alimentar a los niños, controlar las porciones de comida, incitarlos a hacer actividad física fuera de la escuela, al menos 60 minutos diarios ,cambiar las grasas dañinas por grasas saludables, incluir cereales integrales, garantizar el aporte de calcio con relación a la leche y sobretodo practicar con el ejemplo, llevando en la familia una alimentación saludable para que el niño pueda aprender cuál es la mejor forma de alimentarse y así evitar enfermedades futuras.