Estudio revela que las mujeres sufren infartos más tarde y se recuperan menos
Un estudio reveló que las mujeres que padecen de infarto miocardio son, en promedio, siete años mayor que los hombres, sin embargo tienen peor pronóstico que los masculinos, pues, entre otras cosas, acuden con menor frecuencia a los programas de rehabilitación (un 70 % menos) que son “esenciales” para recuperarse, ya que las féminas suelen ser expertas en el cuidado de los demás, pero no de ellas mismas.
La coinvestigadora principal del estudio, la doctora María Plaza, residente de Cardiología del hospital Ramón y Cajal, indicó que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en el mundo. En este sentido, la señora Plaza resaltó que una de las principales conclusiones del informe es que “desde luego el infarto de miocardio no es solo cosa de hombres”, por lo cual solicitó sensibilización social.
Según señaló, el estudio se planteó debido a que de “manera tradicional” la literatura médica apunta a que las mujeres con infartos se benefician menos frecuentemente que los hombres de los tratamientos que mejoran el pronóstico y, además, presentan distintas peculiaridades en el momento del infarto.
En ese mismo tenor, manifestó que además de que las mujeres que ingresan con esta patología tienen una edad media más avanzada, siete años más, que la de los hombres las mismas aglutinan un mayor número de problemas de salud como diabetes, colesterol, o hipertensión, entre otros, mientras que en los hombres los principales factores de riesgo son el tabaquismo y el consumo de alcohol.
Otra diferencia que subrayó fue que las mujeres dicen presentar otros síntomas cuando sufren el infarto como irradiación del dolor, falta de aire o palpitaciones mientras que los hombres expresan sentir dolor en el centro del pecho.
María Plaza aclaró que cuando hay un infarto, que consiste en la obstrucción brusca de alguna de las arterias coronarias que irrigan al corazón, la herramienta diagnóstica es el cateterismo cardíaco, que además de realizar una especie de radiografía de la patología ayuda a implantar el stent, un elemento metálico que resuelve la oclusión.
Fuente: Efe Salud