Realizan reunión regional de Consulta Técnica de Lepra en el país
SANTO DOMINGO. – Recientemente la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) inauguró la Reunión Regional de Consulta Técnica de Lepra, que se llevó a cabo los días del 23 al 25 de mayo del año en curso.
En esta reunión participan directores de los programas nacionales y control de lepra, y expertos temáticos de varios países afectados por lepra en América Latina y el Caribe. Entre estos Brasil, Costa Rica, Cuba, México, Paraguay, Uruguay y República Dominicana, quienes discutieron las estrategias de intervención para avanzar hacia la interrupción de la transmisión en países con bajo número de casos, así como estandarizar y definir los criterios de egreso de casos de lepra.
El acto de inauguración estuvo presidido por la representante de la OPS/OMS en República Dominicana, la Dra. Alma Morales Salinas, quien estuvo acompañada por el director del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Análisis de Situación de Salud de la OPS/OMS, el Dr. Marcos Espinal; en representación de la ministra de Salud el Director de Gestión de la Salud de la Población, el Dr. José Manuel Puello; y el director del Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel, el Dr. Víctor Pou.
Durante sus palabras en este acto, la representante de la OPS/OMS destacó que el panorama de la lepra ha cambiado en las últimas décadas. En el año 2002, la región de las Américas eliminó la lepra como problema de salud pública, y desde 1991 a la fecha se ha observado una disminución significativa de la incidencia de esta enfermedad en el mundo.
El médico experto dominicano de la OPS/OMS, Dr. Marcos Espinal, explicó que, a pesar del buen trabajo que realizan los programas nacionales de control de lepra en la Región, incluido el Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel en República Dominicana, es necesario continuar los esfuerzos para avanzar aún más hasta la interrupción de la transmisión y la eliminación definitiva en las Américas.
En ese sentido, señaló que una de las dificultades para la detección precoz y tratamiento oportuno de los casos es la naturaleza lenta de la evolución de la enfermedad y su larga incubación. Por ello, las personas que la padecen tienen pocos síntomas y no acuden al médico hasta cuando se presentan lesiones evidentes en la piel, como manchas con pérdida de la sensibilidad.