SANTO DOMINGO. -  A propósito de celebrarse hoy 31 de agosto el Día de la Obstetricia, la doctora Gladys Cerda, ginecobstetra y vocera de la Sociedad Dominicana de Medicina Perinatal (SODOMEP),  expresó que lo primero que deben entender las embarazadas es que el embarazo es un estado y no una enfermedad.

Según explicó, es normal que las mujeres sientan dolor a principio de esta etapa, dolores parecidos a los del ciclo menstrual, pero sin sangrado. Ya que el cuerpo se está adaptando al embarazo. Luego se presentan dolores por los cambios posturales, crecimiento del útero y del feto, esto produce que la embarazada tenga dolores en la espalda.

Dijo que en el tercer trimestre del embarazo, la mujer tiene dolores por la corvadura de la espalda, el peso del bebé en la pelvis materna y además el peso del niño le produce ciática, que “es cuando se irrita el nervio que sale de la cadera hacia la pierna por la presión que hace el bebé”.

Explicó que es normal que la mujer tenga dificultad para respirar, lo que puede llegar hasta la falta de oxígeno en el cerebro y por eso muchas embarazadas sufren mareos.  En cuanto al ritmo cardíaco, expresó que se produce taquicardia, ya que la mujer debe producir un poco más de sangre para mantener al bebé que lleva dentro.

No obstante, aclaró que aunque todos esos síntomas son normales, no deben estar presentes la mayor parte del tiempo y si se hacen muy frecuentes es necesario la ayuda de un especialista.  

Agregó que el flujo vaginal aumenta en cantidad durante esta etapa de la mujer, pero no debe cambiar de olor, color ni presentar ninguna molestia, como picor.  

De acuerdo con la especialista, las embarazadas tienen muchas dudas en cuanto a lo que pueden hacer y lo que no.  En lo que respecta a los ejercicios, dijo que pueden trotar, pero no correr, hacer pilates, hacer pesas siempre que no trabajen músculos superiores ni abdominales.  Solo pueden tomar medicamentos derivados del acetaminofen. Los medicamentos que tomen deben tener prescripción médica.

Finalmente, dijo que la función renal aumenta en las embarazadas, por lo que van al baño más de lo que acostumbraban ir antes y pueden deshidratarse con facilidad.  Por eso recomendó que se hidraten lo mejor posible.