Autor: Miranda Gonzálvez Bodden. Estudiante de medicina de primer año del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC). Miembro activo del comité permanente de Salud Sexual y Reproductiva incluyendo VIH/SIDA (SCORA) de la Organización Dominicana de Estudiantes de Medicina (ODEM)

A pesar de que el corazón sea un órgano autónomo, el ritmo en el que este trabaja es regularizado por los sistemas nerviosos y endocrinos. ¿Cómo es esto? ¡Sencillo!

Las acciones del sistema nervioso autónomo son normalmente involuntarias y están diseñadas para el control de los órganos internos y la homeostasis, que es un proceso en el cual nuestro cuerpo se regula para mantener el buen funcionamiento de nuestros sistemas. En el caso del corazón hay paredes de ciertos vasos y cámaras que son muy sensibles a los cambios que ocurren en la presión sanguínea. Estos tienen unos receptores sensoriales que al recibir un estímulo envían inmediatamente una señal a un centro de control cardiaco que está localizado en la médula del cerebro y estos controlan el nodo sinoatrial. Por este pasan dos conjuntos de nerviosos autónomos llamados nervios parasimpáticos y simpáticos. Los nervios parasimpáticos liberan el neurotransmisor acetilcolina, que disminuye el ritmo cardiaco. Los nervios simpáticos liberan norepinefrina, que acelera el ritmo cardíaco e incrementa la intensidad de la contracción.

Referencias:

1. Iglesias, J., & Estévez, M. (2008). Regulación del Sistema Cardiovascular por el Sistema Nervioso Autónomo [Ebook]. Recuperado de: http://fbio.uh.cu/ginvest/mesna/vfc_docs/RegulacionAutonomicaCardiovascular.pdf

2.Solomon, E., Berg, L., & Martin, D. Biología (9na ed., pp. 950-951). Estados Unidos: CENGAGE Learning.